fruganas de tener sexo. Sin embargo, cuando el deseo se vuelve constante, incontrolable y genera insatisfacción, puede ser una señal de hipersexualidad.
En este artículo, te contamos en qué consiste este trastorno, cómo reconocer sus señales y cuándo es importante buscar ayuda.
¿cuándo el deseo sexual se convierte en un problema?
Hay parejas que enfrentan diferencias en su deseo sexual: una parte se siente satisfecha con una o dos relaciones semanales, mientras la otra necesita sexo diario, o incluso varias veces al día. Esta diferencia puede generar frustración, desequilibrio emocional y conflictos de pareja.
La hipersexualidad no es solo tener “muchas ganas”, sino una conducta compulsiva, donde la persona no logra sentirse satisfecha, aunque tenga múltiples encuentros sexuales, vea pornografía o se masturbe constantemente.
casos reales que reflejan el problema
Fredo, 28 años, tiene sexo todos los días con su esposa, pero siente la necesidad de buscar más. Tiene relaciones con otras mujeres, amigas con derechos, y acude a bares. Aun así, no se siente satisfecho. No cree estar haciendo nada malo mientras no lo descubran.
Loreto, 30 años, soltera, se siente sola. Primero encontró consuelo en la masturbación, luego empezó a buscar sexo casual. Cada encuentro era un intento de llenar su vacío emocional. Finalmente, al sentirse desesperada, buscó ayuda profesional.
¿sexualidad sana o hipersexualidad?
No se trata de juzgar la frecuencia sexual, sino de evaluar el impacto en la vida emocional y relacional. Si hay insatisfacción constante, necesidad de repetir actos sexuales sin disfrute, y un uso compulsivo del sexo para calmar emociones, puede tratarse de hipersexualidad.
Antes, a las mujeres con alto deseo sexual se les llamaba “ninfómanas” y a los hombres “sátiros”. Hoy, se entiende que ambos pueden experimentar hipersexualidad, sin importar su género.
señales de alerta
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Deseo constante de sexo sin lograr satisfacción
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Masturbación compulsiva, incluso en lugares inapropiados
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Exposición constante a pornografía
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Relaciones sexuales sin conexión emocional
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Búsqueda de sexo para calmar ansiedad, soledad o vacío
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Sensación de pérdida de control
Esta conducta puede derivar en riesgos emocionales, físicos y sociales. Y, lejos de ser placentera, genera más angustia.
causas posibles
No hay una única causa clara. Puede estar relacionada con:
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Trastornos como bipolaridad u obsesivo-compulsivo
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Experiencias traumáticas (abuso sexual)
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Estrés postraumático
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Uso de sustancias (alcohol, drogas)
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Ansiedad, depresión, baja autoestima
¿tiene tratamiento?
Sí. El tratamiento de la hipersexualidad es integral e incluye:
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Acompañamiento psicológico (individual y grupal)
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Apoyo psiquiátrico en caso de ser necesario
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Participación de la pareja o familia
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Herramientas para recuperar el control emocional y sexual
Algunos casos pueden requerir internamiento temporal, especialmente si hay adicción sexual grave. El objetivo es que la persona recupere su bienestar emocional y su capacidad de disfrutar el sexo de forma libre y saludable.
en resumen
La hipersexualidad no es perversión, es un trastorno que merece comprensión, acompañamiento y tratamiento profesional. Desde El Cuarto Rosa, promovemos una sexualidad libre de juicios, placentera y emocionalmente saludable.
Si tú o alguien cercano está pasando por una situación así, recuerda que pedir ayuda es el primer paso hacia el bienestar.